A pesar de que Lele, la muñeca artesanal que elaboran las mujeres indígenas del municipio de Amealco de Bonfil, fue nombrada en 2018 patrimonio cultural de Querétaro, las artesanas que venden en las calles de la capital del estado, siguen siendo perseguidas por los inspectores de vía pública.
Domingo Valdez
Querétaro, Querétaro; a 13 de enero del 2020.- A pesar de que Lele, la muñeca artesanal que elaboran las mujeres indígenas del municipio de Amealco de Bonfil, fue nombrada en 2018 patrimonio cultural de Querétaro, las artesanas que venden en las calles de la capital del estado, siguen siendo perseguidas por los inspectores de vía pública.
Durante los fines de semana, principalmente, se va a decenas de mujeres que cargan sus canastas con sus muñecas, caminando por las calles del primer cuadro queretano, ofreciéndolas a los turistas que visitan la ciudad.
La mayoría de las artesanas viajan desde Amealco los fines de semana para vender las muñecas que hacen en sus casas, pero los inspectores las persiguen y en el peor de los casos les quitan sus mercancías.
Estela hace el viaje desde la comunidad de San Ildefonso, en Amealco, para vender los fines de semana en la ciudad de Querétaro, pero dice que debe cuidarse de los inspectores, que no las dejan vender en las calles.
Así mismo, Estela explica que no recibe, al igual que muchas de sus compañeras, apoyo gubernamental, a pesar de que el mismo gobierno queretano gastó sólo en la difusión de Lele, 8 millones de pesos.
El año pasado la administración del panista Francisco Domínguez Servién “mandó” a Lele de viaje por diferentes países del mundo, para promover a la entidad y su artesanía representativa.
Mientras el gobierno gastó tan sólo en la producción de anuncios encargados a una televisora cinco millones de pesos, las artesanas indígenas deben de seguir “a salto de mata” en las calles queretanas.