Francisco, migrante hondureño, dice que a raíz de la crisis sanitaria por el Covid-19 la gente en Querétaro es renuente a ayudarles, pues creen que son portadores del virus.
Domingo Valdez
Querétaro, Qro; 27 de marzo de 2020.- Francisco, migrante hondureño, dice que a raíz de la crisis sanitaria por el Covid-19 la gente en Querétaro es renuente a ayudarles, pues creen que son portadores del virus.
A ello se suma el cierre del Centro de Ayuda Marista al Migrante, en la ciudad de Querétaro y la falta de apoyo de las autoridades queretanas.
Junto con Francisco, se encuentra Álvaro, originario de Oaxaca, quien sostiene un plato desechable con arroz y pollo, cubierto con unas tostadas, que compartirá con otros tres migrantes que los esperan bajo la sombra de un mezquite, a la orilla de las vías del tren, en el barrio de Hércules, en la capital queretana.
Incluso, Francisco señala que los policías del municipio de Querétaro les han dicho que no pueden estar durante la noche en la vía pública, pero no tienen a dónde acudir.
Por su parte, el padre Aristeo Olvera, fundador y encargado del albergue Toribio Romo, indica que durante las últimas semanas el flujo de migrantes ha disminuido en Querétaro, en parte por la emergencia sanitaria y en parte por los operativos de la Guardia Nacional en la frontera sur.
Mientras, Francisco y sus compañeros tienen que pensar cómo pasar estos días, en los cuales la ayuda de la ciudadanía disminuye y algunos albergues cierran sus puertas como medidas de sanidad.