Luis Martín Arteaga, quien participa en la procesión, dice que lo hace por fe y para que se aplaque la epidemia. Señala que no le da miedo enfermar de Covid 19.
Domingo Valdez
Querétaro, Qro. 18 de Marzo 2020.- Los queretanos invocan la ayuda divina para detener el avance del Covid 19. La tarde del lunes hicieron una rogativa en el templo de San Francisco a la virgen de El Pueblito, mientras que por la tarde realizaron una procesión de ese templo a la catedral de Querétaro con la imagen de la virgen recorriendo las calles.
La Diócesis de Querétaro organizó esta Rogativa especial para detener la epidemia del Covid 19.
A mediodía se reúnen para rezar la Rogativa, donde piden a la virgen de El Pueblito interceda para detener la pandemia.
Fray Francisco Manuel Gomero García, capellán del templo de San Francisco, encabeza la ceremonia, donde dice que el maligno puede manipular la naturaleza y no es Dios quien manda esas enfermedades.
Recuerda que en otras ocasiones la virgen de El Pueblito salió a las calles queretanas, cuando los habitantes pidieron su protección contra epidemias que brotaron en Querétaro. Una de ellas, en 1867, durante el Sitio de Querétaro, cuando las condiciones poco higiénicas provocaron un brote de cólera que cobró la vida de cientos de queretanos.
Ya por la tarde salen a las calles de la ciudad de Querétaro, participan religiosos y devotos. Son más de 300 los que toman parte del acto de fe. Pocos llevan protección para evitar contagiarse del Covid 19. No guardan la distancia de seguridad, no llevan cubrebocas. Incluso, algunos tosen o estornudan. Están enfermos.
Participan en su mayoría adultos mayores, aunque van familias completas, con niños en brazos o que caminan entre un mar de piernas y sotanas.
Luis Martín Arteaga, quien participa en la procesión, dice que lo hace por fe y para que se aplaque la epidemia. Señala que no le da miedo enfermar de Covid 19.
María Pueblito Ortiz Luna, también asegura que no siente miedo, ya que la fe está antes de cualquier enfermedad. “Estamos a su santa voluntad”, dice.
Luego de poco más de media hora llegan a la catedral queretana, donde la gente entra, hasta llenar el templo, sin importar las recomendaciones de las autoridades de no acudir a lugares concurridos.
La temperatura al interior del templo es más fresca que en el exterior. Muchos de los fieles comienzan a toser. Pocos prestan atención a ello. Los mueve la fe y confían en que no enfermarán.