Una alergia es una respuesta exagerada a una proteína ambiental, alimentaria o incluso a algunos epitelios –tejido formado por una o varias capas– de animales. Esta reacción del organismo origina cierta sintomatología, principalmente comezón, estornudo, falta de aire, ronchas o inflamación de alguna parte específica del organismo. En este sentido el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) hace un llamado a la población para atenderlas a tiempo y evitar complicaciones.
Redacción
Guanajuato, Gto; 08 de julio de 2020.- Una alergia es una respuesta exagerada a una proteína ambiental, alimentaria o incluso a algunos epitelios –tejido formado por una o varias capas– de animales. Esta reacción del organismo origina cierta sintomatología, principalmente comezón, estornudo, falta de aire, ronchas o inflamación de alguna parte específica del organismo. En este sentido el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) hace un llamado a la población para atenderlas a tiempo y evitar complicaciones.
“Entre las causas se encuentran: la exposición al polen ambiental, alimentos, medicamentos y a ciertos tipos de animales”, dijo el doctor Ulises Noel García Ramírez, alergólogo de la Unidad Médica de Alta Especialidad No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en León.
En el marco del Día Mundial de la Alergia, que se conmemora el 8 de julio, el especialista resaltó que la alergia más común es la rinitis alérgica, seguida de la urticaria por fármacos o intoxicaciones por diversas causas, además de asma y dermatitis atópica.
Las enfermedades alérgicas tienen mayor prevalencia en infantes, aunque no quiere decir que no se presenten en la vida adulta, porque existen pacientes que inician con el padecimiento entre los 18 y 40 años de edad, sin haber presentado algún antecedente.
Estos padecimientos no son curables, no existe tratamiento para curación; sin embargo, los pacientes llegan a controlarse hasta en un 90 por ciento y cursar sólo síntomas intermitentes; la estabilidad es totalmente notable.
El especialista reiteró que una alergia que no es atendida, o que lo es de manera inadecuada, puede iniciar afecciones más graves, por ejemplo, un paciente con rinitis alérgica, que no evoluciona, puede llegar a padecer asma, por el descontrol, generando alteraciones en su calidad de vida.
Comentó que algunas medidas generales que apoyan a los pacientes ya diagnosticados son: evitar los depósitos de ácaros de polvo, cambiar frecuentemente las sábanas de las camas, las fundas de las almohadas, además de no tener contacto con animales.
Dijo García Ramírez que es mejor opción que el ciclo de lavado de la ropa para dormir se realice con agua caliente para desnaturalizar los ácaros y asolearla para lograr un mejor resultado.
Otra parte importante es no utilizar en exceso los productos químicos de limpieza porque la exposición a ellos puede exacerbar la sintomatología. Por último, recomendó evitar la automedicación para no incrementar alguna afección.