Es necesario que tanto adultos como menores mantengan una buena hidratación corporal durante todo el año para tener un mejor funcionamiento del organismo, sobre todo cuando hace calor, porque se pierde una mayor cantidad de líquido, informó la doctora Ana Luisa Granados Mata, pediatra del Hospital General de Zona (HGZ) No. 21, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en León.
Redacción
Guanajuato, Gto; 13 de julio de 2020.- Es necesario que tanto adultos como menores mantengan una buena hidratación corporal durante todo el año para tener un mejor funcionamiento del organismo, sobre todo cuando hace calor, porque se pierde una mayor cantidad de líquido, informó la doctora Ana Luisa Granados Mata, pediatra del Hospital General de Zona (HGZ) No. 21, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en León.
Señaló que “también debe cuidarse en tiempos de frío porque existen padecimientos que se asocian a la falta de hidratación. En el caso de los menores pueden presentar deshidratación secundaria a la escasa ingesta de líquidos o a una infección de vías respiratorias”.
Comentó que entre los principales síntomas de la deshidratación se pueden identificar: sed, boca seca, ojos hundidos, llanto sin lágrimas, y en casos moderados, la piel seca.
La especialista del IMSS indicó que los padres de familia deben estar muy atentos a las señales de alerta que pudiera presentar el menor en caso de una deshidratación, ya que, en situaciones severas, este tipo de padecimientos pueden llegar a causar la muerte, si no se atienden de manera correcta y oportuna.
Otras complicaciones son la insuficiencia renal aguda; alteraciones a nivel neurológico, de electrolitos y cardíacas; por lo que reiteró que es vital mantener una buena hidratación para evitar riesgos en todos los niveles.
La doctora Granados Mata resaltó que el agua natural es el elemento más adecuado para hidratarse. Asimismo, pidió a la población no automedicarse ni utilizar remedios caseros, porque en algunos casos, pueden agravar la situación; por lo que recomendó acudir al médico para revisión y prescripción profesional, con el fin de evitar riesgos.