El año de 1973 marcó la vida de todos los irapuatenses. Brenda, un fenómeno climatológico, fue la causante de una de las tragedias más grandes de la ciudad.
Redacción
Irapuato, Gto; 16 de agosto de 2020.- El año de 1973 marcó la vida de todos los irapuatenses. Brenda, un fenómeno climatológico, fue la causante de una de las tragedias más grandes de la ciudad.
De acuerdo a la información que hay en el Archivo Municipal, tan solo en el mes de agosto de ese año, cayó más lluvia que la sumada en los últimos 10 años; esto aunado a que Irapuato es una zona propicia a inundaciones al ubicarse entre una cuenca hidrológica.
“Antes, ya se estaba alertando a la población de que iba a ver una inundación, no se sabía de qué magnitud”, expresó Dulce Vázquez Mendiola, directora del Archivo Municipal.
El 16 de agosto, dos días antes de la inundación, las presas de La Sandía, la Sardina, Santa Ana del Conde, La llave y La Gavia no soportaron la saturación del agua y se desbordaron, afectando a las comunidades El Copalillo, La Garrida, San Juan de Rentana, San Roque y Tomelópez.
La tarde del 18 de agosto, aproximadamente a la una de la tarde, el agua contenida en la presa El Conejo, ubicada a 8 kilómetros de la cabecera municipal se desbordó e invadió calles, avenidas y bulevares.
Irapuato permaneció bajo el agua, 48 horas. Durante ese tiempo se veía gente en los techos y en ramas de árboles para poder salvar su vida.
Esta inundación sacó lo mejor de los irapuatenses: la solidaridad, la unión y la fuerza de las personas que vivieron este trágico evento, lograron reconstruir la ciudad.
“La sociedad civil se caracterizó por la solidaridad que dio a raíz de esta catástrofe, se conformaron más de 22 patronatos, la gente se estuvo ayudando”, reconoció.
Colonias como la 18 de agosto y Solidaridad, surgieron a raíz de este hecho. A 47 años de la inundación, en la ciudad aún hay marcas que no permiten olvidar.