Anoche se vivieron horas de tensión en algunas ciudades, con manifestaciones que acabaron en violencia, en protesta por las medidas del gobierno para contener la epidemia.
Agencias
Italia, 37 de Octubre 2020.-Crece la rabia en las calles de Italia, desde el norte al sur. Anoche se vivieron horas de tensión en algunas ciudades, con manifestaciones que acabaron en violencia, en protesta por las medidas del gobierno para contener la epidemia. Después de la guerrilla urbana de Nápoles, seguida de otras en Roma y Catania, anoche en Turín se produjo una revuelta con graves incidentes. Via Roma fue devastada por encapuchados con saqueos y asaltos a tiendas, algunas de famosas firmas, desde Gucci a Apple. En la plaza Castello, principal de Turín, en el corazón de su centro histórico, cientos de manifestantes se congregaron frente al palacio sede del gobierno regional, con un grito común: «Libertad, libertad, queremos ser libres para trabajar». Algunos lanzaron petardos, cartas bomba y botellas, registrándose enfrentamientos con las fuerzas del orden. Fueron detenidas 11 personas. El periódico turinés «La Stampa» destaca que el centro de la capital de Piamonte quedó devastado: «La ciudad fue transformada en un campo de batalla de bandas y de ultras, algo nunca visto en Turín«.
En Milán hubo también una doble manifestación y se lanzaron cócteles molotov. Acabaron en comisaría 28 personas. Protestan comerciantes, taxistas, y trabajadores de los sectores más golpeados por la crisis, como bares y restaurantes, empleados del comercio, turismo y servicios. Con el comienzo de la pandemia, el gobierno temió que se desencadenara la tensión social. Así lo expresaron la ministra del Interior, Luciana Lamorgese, el jefe de la policía, Franco Gabrielli y dirigentes políticos. Se habló de la posibilidad de un otoño caliente si no se daban soluciones adecuadas a la crisis. Ahora estalla la temida tensión social, después del decreto que entró ayer en vigor, con el cierre de numerosas actividades. Angustiados por la crisis, muchos se echan a la calle para protestar pacíficamente, pero hay grupos radicales y ultras que se aprovechan de esa protesta legítima de los trabajadores para desencadenar la violencia y enfrentamientos con la policía. El ministerio del Interior ha puesto en alerta a delegados del gobierno en las regiones y jefes de policía para que controlen las manifestaciones, porque «se corre el riesgo de que degeneren por la infiltración de profesionales de la violencia», en referencia a grupos radicales de extrema izquierda y extrema derecha.