- La producción operística del Forum Cultural Guanajuato, el Teatro del
Bicentenario y el Instituto Estatal de la Cultura completa cuatro funciones con
localidades agotadas. - Público aplaude conjunción de talentos de México, España y Alemania, en una
puesta en escena contemporánea dirigida por Paco Azorín.
Guanajuato, Gto., a 15 de noviembre de 2021.- Con localidades agotadas y unánime aclamación del público en todas sus funciones, este domingo concluyeron las presentaciones de la ópera “Don Giovanni”, con el Teatro Juárez de Guanajuato como destino final tras su debut, hace dos semanas, en el Teatro del Bicentenario.
El centenario recinto guanajuatense, aún con aforo controlado debido al protocolo sanitario, fue un crisol de emociones durante la última función del clásico de Wolfgang Amadeus Mozart, uno de los títulos favoritos de repertorio operístico universal, abordado de manera contemporánea con una puesta en escena del director español Paco Azorín.
Fue esta la segunda coproducción lírica entre el Forum Cultural Guanajuato, el Teatro del Bicentenario y el Instituto Estatal de la Cultura, tras el montaje de “Tosca” en 2019.
Al igual que aquella, la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato, bajo la dirección de Roberto Beltrán Zavala, fue la encargada del accionar musical desde el foso; junto con el Coro del Teatro del Bicentenario, dirigido por Jaime Castro Pineda.
El joven barítono mexicano Armando Piña llevó el rol protagónico como el legendario conquistador imaginado por Tirso de Molina en el siglo XVII y retomado por el libretista Lorenzo da Ponte. La soprano alemana Sarah Traubel; la mexicana Marcela Chacón y la guanajuatense Carolina Torres, encarnaron con solvencia a las tres víctimas de los afanes seductores de Don Giovanni: doña Ana, doña Elvira y la cándida Zerlina.
Un racimo de jóvenes figuras belcantistas mexicanas completó el elenco, con Leonardo Sánchez, como Don Ottavio; Esteban Baltazar, como Masetto; José Luis Reynoso, como el comendador y Rodrigo Urrutia, como Leporello, el fiel sirviente y cómplice del protagonista.
En la apertura de la ópera, un actor encarnando a Mozart trae al escenario a Don Giovanni, le sacude el polvo que lo cubre y lo despoja de sus atuendos dieciochescos para ponerle ropa actual: metáfora plena de las intenciones de Paco Azorín con el montaje, con una escenografía en constante movimiento y camaleónica por las artes de video-mapping.
Motocicletas, bicicletas, chamarras de cuero, lentes de sol y peinados bicolores aderezan un montaje de rotundo talante contemporáneo, que convive en armonía con la música de Mozart y seduce de nueva manera con arias que han conquistado a los melómanos por más de dos siglos: desde el dueto “Là ci darem la mano” con que Don Giovanni intenta acceder a los encantos de Zerlina, hasta la imponente aria del Comendador, en su sobrenatural aparición para aceptar la arrogante invitación de Don Giovanni a cenar.
“Don Giovanni” concreta un proyecto ideado desde 2019, antes de la pandemia por COVID-19, en el que, además de Paco Azorín, participaron los creativos Carlos Martos de la Vega (movimiento escénico), Ana Garay (vestuario), Pedro Yagüe (iluminación) y Pedro Chamizo (diseño audiovisual).
La ópera, con más de medio centenar de artistas en escena, completó un total de cuatro funciones en Guanajuato; tres en el Teatro del Bicentenario Roberto Plasencia Saldaña, entre el 3 y 7 de noviembre, y esta última en el Teatro Juárez, que estuvo precedida por una charla introductoria a cargo de José Octavio Sosa.