Aunque hay contradicciones, pero se estima que el universo se formó hace 13.800 millones de años, mientras que la tierra se creó hace aproximadamente 4.6 mil millones de años. La primera forma de vida apareció hace 4,000 mil millones de años, y el primer ancestro del “filio cordado” (del que descienden los vertebrados) “Pikaia”, hace 530 millones de años.
Poco tiempo después de la llegada de los reptiles, se separaron en dos ramas; los “diápsidos”, de los cuales descienden las aves y reptiles modernos, y los “sinápsidios”, de los cuales se originaron los mamíferos en el período Cretácico Tardío, hace 85 millones de años.
La familia de los homínidos (hominidae) se diversificó de la familia del gibón (Hylobatidae), un primate menor, de hace 15 a 20 millones de años. Ardipithecus ramidus se considera el primer homínido bípedo; su evolución eventualmente dio origen al Australopitecos y posteriormente al género Homo.
Homo habilis evolucionó hace aproximadamente 2.3 millones de años y es la primer especie que presenta evidencia del uso de herramientas de piedra. Su cerebro era de un tamaño similar al de un chimpancé. Durante los próximos millones de años empezaría un proceso de “encefalización” o desarrollo del cerebro que daría como resultado al Homo erectus y Homo ergaster, el primer homínido en emigrar de África.
Durante el paleolítico Medio, hace 200,000 años, surgió el primer hombre anatómicamente moderno, el Homo sapiens. Los hombres median entre 1.50 y 1.80 metros de altura, siendo más altos que los neandertales, aunque de menor masa muscular. Poseedor de grandes habilidades intelectuales, se caracteriza por el lenguaje, la capacidad de pensamiento abstracto y el uso de tecnologías y simbolismos para expresar la creatividad cultural.
Hoy como seres humanos hemos venido evolucionando en todos los rubros del conocimiento apoyados en nuestra avanzada tecnología. Pero nos hemos multiplicado de manera exacerbada e irracional hasta llegar a más de 7,600 millones de individuos, además que hemos degradado nuestro propio hábitat. Condiciones que resultan de gravísimo riesgo para para la sobrevivencia y subsistencia de la vida planetaria y de nuestra propia especie. Somos la única especie que arrasa su entorno, su tierra, su aire, su agua.
Es evidente que nos estamos auto-destruyendo progresivamente ¿dónde entonces quedaron nuestras habilidades intelectuales, capacidades de pensamiento abstracto e inteligencia de sobrevivencia y permanencia?
Autor: Jorge Arena Elizondo
Publicado: 16 de Octubre de 2021
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